Crónica de una patada en los huevos

Estimadísimo lector inexistente, como seguramente ya lo sabrá, este fin de semana tuve el segundo encuentro con alguien a quien quise muchísimo (puedo decir sin exagerar que es a quien más he querido en mi vida).

El sábado la vi y pasé momentos de gloria, me sentí cómodo en compañía de alguien (cosa que no había pasado en mucho tiempo) las cosas se sentían naturales y yo tenía esa sonrisa de tarado que prácticamente no desapareció de mi cara durante toda la fiesta. Incluso recibí comentarios como “No te reconozco cabrón, es la primera vez que te veo así de contento” o “¿qué haces hablando conmigo? vuelve con ella”

No miento, estaba muy contento.


Hmm, como que el mono este sí me da un aire


Así que el sábado terminó cuando la llevé a su casa y acordamos volvernos a ver en algún momento de esta semana. Mi domingo se perdió entre limpiar casas, escuchar quejas de vecinos y hacer tarea, mucha tarea.

El lunes llegó y yo seguía con la sonrisa de tarado (y ojeras de mapache porque entre tareas y fiestas no había dormido nada) mi rutina de los lunes terminó a las 11 de la noche cómo es costumbre, después de haber entregado mi trabajo final llegué a mi casa para descansar. Para no variar fui por mi dosis diaria de MSN y ella estaba conectada.

Cuatro frases después del saludo yo ya me estaba despidiendo de ella porque la espalda me estaba matando, fue entonces cuando sucedió, la frase que nadie desea escuchar nunca de la persona que quiere…

“Tenemos que hablar”


En ese momento lo supe, la sonrisa de tarado se me borró instantáneamente, ella había regresado con su ex.

Ante la noticia mi reacción fue despedirme y decirle que no quería hablar de eso, sólo quería darme un baño y tratar de relajarme (al menos esos eran mis planes ANTES de enterarme)

Needless to say, el baño no me sirvió de ni madres y yo estaba más estresado que un controlador aéreo en el aeropuerto de la Ciudad de México después de 27 horas de trabajo continuas mientras taladran la pared de junto.


Stress!


Tomé la decisión de marcarle por teléfono y la conversación empezó con un muy sincero:

“Estoy muy alterado, tranquilízame”

Ella me explicó como al ver a su ex, se dio cuenta de lo mucho que lo seguía queriendo y como… bla bla bla si lo cuento miel empezaría a escurrir por el monitor y recordemos que estas son las reflexiones de un amargado.

Lo relevante es que fue muy obvio que para mí que mi momento había pasado y que ella prefirió regresar con él.

¿Cómo me sentí? Usado, traicionado, enojado y además me seguía doliendo la pinche espalda.

Decidí no quedarme callado y de mi boca salieron frases dignas de película de Tarantino de las cuales mi momento favorito fue el siguiente:

Yo- … No es justo

Ella- yo lo sé

Yo- No, no lo sabes. No porque alguna vez hayas leído lo que significa la palabra “justicia” en un diccionario quiere decir que sepas lo que es.

Con esa frase se podrán imaginar cómo fueron los primeros 20 minutos de la plática, después me di cuenta de que le estaba causando dolor a la persona que más he querido en el mundo. Tal vez justificado pero igual no se sentía bien.

Así que me resigné y le dije que estaba bien, que yo estaba muy alterado pero que se me va a pasar (pronto) que el concepto que tengo de ella es muy bueno (tal vez demasiado) y que no creo que se caiga por esto, pero que no significaba que lo que me hizo no fuera UNA PATADA EN LOS HUEVOS ni que hubiera estado bien y por último que le deseo lo mejor y sólo espero que la próxima vez su bienestar no me lleve entre las patas.


Es una mujer muy velluda


Ella dijo: con esto me demuestras lo mucho que en realidad me quieres

Yo no hablé para decirte cuanto te quiero sino para decirte que lo que hiciste no es justo ni algo que me merezca.

Después ya estaba muy cansado y terminamos la llamada.

Pasé mala noche y no tuve buen día ayer. Me siento impotente, resignado y todavía muy alterado.

¡Quiero justicia! Exijo estar bien, no me merezco esto, después de mucho tiempo por fin la había logrado superar y de pronto, la tengo frente a mí diciéndome lo mucho que me quería, lo guapo que soy, lo bien que la hago sentir Y VOLVÍ A CAER …y todo para que regrese con el exnovio.

Putísima la vendehuevos, que enojado estoy. ¡ALGUIEN PÁSEME UNA HATTORI HANZO!

En fin, con esto espero que la pregunta: ¿cómo te fue con la polaca? Haya quedado resuelta.

Se despide de ustedes su amargado favorito

Comentarios

Quike ha dicho que…
Si si, ya olía yo algo de esto...
En la fiesta de repente te desapareciste y de pronto: Flash!, una foto inquietante asomó la camara: Tu vs La Polaca y en fin en fin...
Luego nos reuniremos para discutir los pormenores de la pedilla... te dejo
Quike ha dicho que…
por cierto, una película de FICCO que iba a ver el domingo después de la fiesta: "Crónica de los sucesos amorosos"...
Anónimo ha dicho que…
dela vil BURGUER!.......yo podría hacer lel blog "cronicas de una amargada más".....sin lugar a dudas hay cosas que no nos merecemos y nos soguen utilizando y mintiendo como si tuviesemos un letrero de disponibilidad para abusar de nosotros....en mi caso el: "ojos ke no ven corazon ke no siente" es de lo mas abzurdo y patético y gran farsa ke puede existir: me desengañé este fin de semana justamente el sabado....al ver ami ex drogandose sin ke nadie le ofreciera nada.....solo por él...y se suponía que estaba "cambiando para bien"....!"$%&nche gente mentirosa!!! estoy ke me lleva la !"·$&%&gada!!!!! y ahora leo esto!!!


soy jeka
Anónimo ha dicho que…
no me había enterado hasta hoy... triste... pero venidero... espero no literal... sólo recuerdo una vez que estabas muy molesto hace aproximadamente 3 años que llegaste a comer a casa de los amigos y sólo decías que era una ..... (no me siento con el derecho de escribir el comentario), en eso me quedé.
ME DEBES UNA COMIDA!!!!!!!!! perdón por el ataque, pero tus anécdotas son mucho más chidas en persona, y me puedes contar qué pasó después de eso, no? CHISME, CHISME!!! mi vida es gris y tengo que vivir a través de la vida de terceros.

BTTY

Entradas populares de este blog

La caída del patrón oro

Descubrí la nacionalidad de Don Francisco (el post kilométrico)

Mañana en Valparaiso